Elogia a Dora Dora fue una mujer fuerte, cariñosa, y valiosa. Dora fue mi amiga. Por más de 28 años me trató como si yo fuese su hijo, a pesar de que sólo fuí su yerno. Como esposa fue trabajadora, hogareña, y fiel a Emeterio. Como madre fue moderna; pero tradicional, pues en su casa siempre rezaba el rosario, veneraba a sus estampas religiosas, y mantenía una veladora encendida al Sagrado Corazón. La casa de Dora fue un oasis para sus hijos y sus nietos. Como toda buena madre, Dora se desvelaba cuando un hijo se dilataba en regresar de algún paseo. Al regresar, el hijo sabía que lo primero que oiría sería la frase, "Qué bonito!". Después vendrían regaños de mortificación que parecían decir � "Hijo, sufro cuando temo que estás en peligro". Como abuelita, fue cariñosa, pero sin mimar; tolerante, pero recta; paciente, pero fija. Dora será extrañada por sus 10 nietos.
La vida tiene una regla inviolable: Nuestra madre disfrutará en vida al vernos nacer; nosotros los hijos sufriremos en vida al ver morir a la madre que nos dio a luz! Al perder a Dora, Antonio, Gerardo, y las tres hermanas han perdido el centro de su familia. Ahora el centro de la familia serán las 3 hermanas � Yolanda, Rosario, e Imelda. Se necesitarán 3 mujeres para ocupar el lugar que Dora ocupó solita. Nosotros los hijos llevaremos a Dora como parte fundamental de nuestras vidas. En cada uno de nosotros sequirá viviendo aquella viejecita que nos castigó y nos protegió de la vida; nos extrañó al ausentarnos y nos amó sin medida; nos corrigió y nos hizo reír enseguida. Por 78 años, la vida la acobijó de penas; la atormentó con preocupaciones; y la enganó con desiluciones. El viernes pasado, su cuerpecito quedó rendido de lidiar con los años y batallar con la injusta vida. Nuestro señor la tomó de la mano y la llevó en un viaje largo y sereno. En la presencia de nuestro señor, Dora ruega por nosotros. Y aquel de nosotros que no cumpla con lo que ella espera de nosotros, tendrá que saldar cuentas con ella, cuando a nosotros nos toque ese viaje largo y sereno. Por ahora, el cuerpecito de Dora está tranquilo. Su alma está con nosotros. Su alma es fuerte, cariñosa, y valiosa. Descanza en paz mi amiga Dora. |